jueves, 18 de agosto de 2011

Y Ronaldo se arrodilla a los pies de Messi


Flaco como una cerilla, alopecia incipiente, algún que otro tic. Guardiola es un saco de nervios. Un tipo extraordinariamente inquieto que ayer consiguió igualar los títulos logrados por Johan Cruyff (11) al frente del Barcelona. El holandés necesitó ocho temporadas para firmar tan brillante currículum, el de Santpedor, sólo cuatro.

Con Pep, no se cansa el Barça de alzar trofeos. Ni siquiera encontró el antídoto Mourinho, su particular chinita en el zapato, que el año pasado le arrebató la Copa. Ayer, apenas se miraron cuando el catalán se acercó al banquillo visitante para saludar a su colega. Imposible negarlo, entre ambos saltan chispas.

Un día más, desplegó José su repertorio de gestos reprobatorios desde la banda: su risa irónica, sus aspavientos de brazos, algún golpe de cabeza, incluso se atrevió a imitar el portugués a quien le tiemblan las piernas para denunciar el teatro de los jugadores del Barça.

Guardiola suma 11 títulos como técnico, los mismos que logró Cruyff

Así las cosas, las victorias saben mejor a la hinchada azulgrana cuando quien hinca la rodilla es un equipo dirigido por el luso. Como anoche. Y es que Mourinho sigue sin vencer en feudo culé. No lo consiguió con el Chelsea, tampoco con el Inter. Y continúa negado con el Madrid.

Además de por los récords -Xavi se convirtió ayer en el jugador del Barcelona con más títulos en su haber (17), superando a Guillermo Amor-, el duelo del Camp Nou pasará a la historia por una instantánea. Una imagen inesperada cazada por los audaces fotógrafos que cubrían el encuentro: Ronaldo arrodillado a los pies de Messi tras el gol del argentino. Luego, les plasmaron varias tanganas.

"El Barça hizo con los recogepelotas lo de los equipos pequeños", dijo Mou

Y es que la tensa relación de los entrenadores se trasladó el curso pasado al terreno de juego. Anoche, Xavi volvió a enfrascarse a gritos con Xabi Alonso. El de Terrassa no entiende que el madridista no sólo no condene la dureza con que se emplean algunos de sus compañeros, sino que además, insista en que los futbolistas del Barcelona fingen algunas faltas.

A Del Bosque, que ayer estuvo en el palco del Camp Nou soportando un sofocante calor a pesar de la hora, le costará recuperar el buen ambiente que ayudó a La Roja a alcanzar el Mundial de Suráfrica y antes la Eurocopa. Como mínimo, tendrá contento a Cesc que ayer, por fin, pudo debutar con el equipo de sus sueños. No se olvidó el de Arenys de lo que es jugar con Messi.

fuente publico.es

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